Y entonces Dios se involucró, matando a 500.000 soldados israelitas.
Como gritaban los hombres de Judá... Dios hirió a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá. Y los hijos de Israel huyeron delante de Judá, y Dios los entregó en sus manos. Y Abías y su pueblo los hirió con una gran matanza; y cayeron muertos de Israel quinientos mil hombres escogidos.
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