La gente con mentalidad espiritual probablemente esté familiarizada con la forma y apariencia de este legendario símbolo. La Caravaca de la Cruz es un doble crucifijo, lo que significa que hay dos barras que se extienden a través de la parte vertical de la cruz en lugar de una sola, como en las cruces cristianas más comunes.
Sobre el crucifijo está la figura de Jesucristo. A cada lado de la cruz hay un ángel. El par de ángeles se enfrentan a la figura en el centro del crucifijo. Según la leyenda, parece que los dos ángeles llevan o sostienen la cruz.
La leyenda popular sostiene que la Cruz de Caravaca apareció por primera vez en la ciudad de Caravaca, en España en el siglo XIV, aunque otras leyendas sitúan el evento milagroso a finales del año 1200.
En ese momento de la historia, España había sido conquistada por los moros, un pueblo musulmán. El rey moro, Zeyt-Abuzeyt, hacía todo lo posible para evitar que los ejércitos cristianos retomaran su hogar en España. Junto con los soldados, los Cristianos también enviaron muchos misioneros al país, con la esperanza de se pudiera difundir el mensaje de Cristo.
Según la historia, uno de estos misioneros, un hombre llamado Don Gines Pérez Chirinos de Cuenca, fue capturado y llevado ante el Rey Zeyt-Abuzeyt.
https://youtu.be/VXzJ-fH2NA0
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